miércoles, 5 de febrero de 2014

Meditación Tao



El adepto o alumno debe saber que en atributo el alma pertenece al reino espiritual, que es eterno. Pero que el hombre está por demás  consciente de su cuerpo y el mundo material, y es egoísta por naturaleza terrenal, lo que la mayoría de las veces frena que despierte su conciencia y descubra su verdadera naturaleza.
Por lo tanto no se encuentra consciente de su propia inmortalidad. Es lo que debe lograr con las meditaciones; lograr llegar a su Ser Interno y despertar su Divina Conciencia. Es símbolo chino de la inmortalidad Tao? Es una alianza de Hombre y Montaña. Ocho inmortales eran llamados “Los hombres de las Montañas”. Por lo tanto, la Montaña Sagrada del Taoísmo es el símbolo inmortal. Tao es todo lo que cubre el Cielo y sobrelleva la Tierra. Tao cubre a todo el Universo con su abrazo infinito y da visibilidad a aquello que antes no poseía forma. Inagotable fuente de energía, llenó el espacio. En su eterna emanación transfigura el caos en claridad cristiana.
Para los chinos el Tao es la iniciación y el fin de toda creación. Las obras del Tao son tan misteriosas como el espíritu. En el proceso natural y del cambio, los organismos son creados y perfeccionados, para luego esfumarse  en los elementos básicos. Aquellos que practican el “Wu-Wei”, la acción mistica de la inacción, una mágica paradoja, siempre están en armonía con el Tao. Aquellos que hablan con discreción tienen el entendimiento de la virtud. Aquellos que son tranquilos y contentos, sin astucias ni engaños, están en permanente poseción de la armonía, a pesar de vivir en medio de tantas variantes y variedades de la vida mundana. Todas las cosas existentes están de acuerdo a su propia naturaleza. La energía del Tao opera hasta en la partícula y cosa más pequeña, y al mismo tiempo engloba a todo el Universo. Su virtud moldea al cielo y la tierra, armonizando con los Yang y Yin. Divide las cuatro estaciones y trae el equilibrio a los cinco elementos (agua, fuego, metal, madera y la tierra). El Tao en su aspecto más sublime no se considera el autor de la Creación. Es más bien el espíritu de Dios o de la misma Creación Universal, que todo lo penetra y todo lo transforma. El que es adepto al Tao es parte de la Naturaleza de la Tierra, es Uno con ella antes de ser Uno con el Universo, y Uno con Dios. Qué mejor meditación que hacer silencio, armonía y simplicidad, sentir al ser interior, despertar su propia conciencia, y entrar en el Espíritu del Universo de Dios? Tao está allí para todo el que lo busca. No se le ve, pero se le puede sentir si se busca con Fé y deseo de retornar a la pureza original. Las meditaciones son silenciosas, profundas, elevadas en el Tao.
Para Meditar: Basta ponerse en una postura cómoda, en posición de loto o con los pies replegados bajo el cuerpo. Respirar profundamente y dejar que la mente llegue a un silencioso vacío interno. Entonces, tratar de sentir con el corazón de la flor de loto interna, y tratar de ver la luz que hay dentro de cada ser humano. Es el primer paso a la liberación de lo externo y de las ilusiones mundanas.

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