La ciencia no ha apoyado siempre el arte de la meditación; por el contrario. Con el tiempo y muchos estudios científicos realizados sobre el tema, sin embargo, las figuras de los hombres podrían más que apoyar la práctica.
Las virtudes de la meditación han sido probadas por miles de investigaciones y han aludido a un montón de efectos beneficiosos. De hecho, los estudios de la ciencia en el mundo han demostrado los beneficios de la meditación a nivel del cuerpo y la mente, sino también en lo social y ecológico.
Por ejemplo, el Dr. David Orme-Johnson, psicólogo americano conocido, ha publicado más de 100 investigaciones sobre meditación para probar su eficacia dentro de la población en general. Richard J. Davidson, científico y profesor graduado muchas veces por la Universidad de Harvard, también ha dedicado su carrera y su talento para la investigación científica sobre la meditación.
Con la llegada de las pruebas, las personalidades del mundo de la ciencia más escépticas debían ir claro: meditación realmente aporta efectos beneficiosos sobre la práctica individual así como sobre las personas que lo rodean.
Esto es cuando el número de practicantes de acercarse a la raíz cuadrada de la población mundial que está en conflicto en el mundo puede beneficiarse. Es un grupo de aproximadamente 7000 personas practicando meditación puede, sola y según la ciencia, calmar las hostilidades de uno o varios países.
Una prueba ni siquiera había lograda en Washington sobre este tema: la población fue llamada meditación durante varios días consecutivos. Tras esta ola de meditación, los hombres de la ciencia y las autoridades del gobierno afirmaron que había producido una disminución del 23% crimen.
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