La práctica de la meditación es reconocida hoy científicamente para reducir la presión arterial. Este efecto beneficioso es del mismo calibre que cualquier otras recomendaciones del hospital destinados a enfermedades cardiovasculares contador.
En los últimos años, han realizado más de 23 estudios clínicos en los Estados Unidos a casi 1000 pacientes que sufren de tensión. Bajo vigilancia resultados han demostrado que la meditación tuvo el efecto de reducir la presión arterial de un promedio comparable a la alcanzada con una dieta especializada y un programa de ejercicios.
El fenómeno es simple: cuando en momentos de meditación, estabiliza el tema de respiración, el pulso disminuye así y circula mejor la sangre por las venas. Está disminuyendo la presión arterial y este efecto es enormemente beneficioso para prevenir enfermedades del corazón. Con el tiempo y la experiencia de la meditación, estos beneficios tienden a persistir fuera de las sesiones de práctica.
En Francia, el número de muertes por problemas cardiovasculares varía entre 150.000 y 180.000 personas anualmente. Esto hace que este grupo de enfermedades (de la angina de pecho al infarto de miocardio) el más temible de todos ellos. Con la reducción de la presión arterial provocada, entre otras cosas, por la meditación, estas cifras podrían disminuir significativamente.
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